aviso al lector

Cada una de las historias y anécdotas que encontrará en este blog son producto de una mente perversa y sobre-dopada. Los lugares, como los nombres o las expresiones son ficticios y ningún parecido con la realidad debe ser tomado en cuenta.

Si, bajo su propia responsabilidad y criterio, decide creerlas, ... ¡eso que se lleva!

lunes, 26 de julio de 2010

Felices 26

De un tiempo a esta parte, quizá demasiado, pasan mis días entre empleo oficial y trabajo clandestino, entre ensayos y preparativos para shows, celebraciones, ansiadas minivacaciones... necesitaba divertirme y hacerlo a lo grande.


El pasado viernes cumplí 26 años y, en mi tónica, no pensaba celebrarlo. SIEMPRE OCURRE ALGO EN MI ANIVERSARIO. Debo ser gafe o algo así, de modo que, en la medida de lo posible, rehuyo la fecha.

Sin embargo, en los últimos años, me he cruzado con personas, en unos casos se marcharon y en otros permanecieron, que han devuelto el sentido a aquello de celebrar que nos acercamos al final. Mi gente ha conseguido que recobre la conciencia de la suerte que es caminar por este monstruoso mundo.

El 2010, que parecía capaz de matarme de un susto y se presumía negro y tormentoso, nos ha sorprendido con alegrías y satisfacciones de todas las naturalezas.

El trabajo no es mejor, pero es trabajo y no todos lo tienen. El dinero no abunda, pero estamos en el camino, recobraremos la paz interior. El hogar es complicado, pero hay intención y cambio y esperanza y amor. Mis padres me adoran, no me queda la menor duda. Todos nos vemos más y nos miramos con ternura, nos reconocemos en el prójimo y aceptamos nuestras formas y su contenido. Amo, sobre todas las cosas a mi familia, del primero al último. Empezando por el cuerdo y terminando por el rematadamente loco.

Mis amigos son un regalo que pocos conocen. Me cuidan, me miman, me apoyan y aplauden. Son fans incondicionales, son padres y tutores. Me regañan, me visten y alimentan. Sonríen conmigo y no dudan en llorar si lo necesito. Mis amigos, los de aquí y los de allí, los de siempre, los adoptados, los recién descubiertos, los especiales, los de a diario y los periódicos.

¡Qué suerte la mía! No me canso de decirlo. ¡Cuántas cosas que celebrar! ¡Cuánto bueno y cuán real! Cumplir y seguir cumpliendo, con la crisis, con las deudas, con mi casero y con mi perro, con mi abuela dando guerra, con los hombres y sus cosas. En mi pellejo y sin remedio. Cumplir años, ¡qué alegría!



El fin de semana ha sido al completo una celebración y me siento feliz en mi resaca. Agradecida hasta la eternidad, por las ganas, por el misterio, por mi música favorita y esa luna inolvidable. Por la deliciosa comida y el presente que no merezco. Agradezco las visitas, la tarta y la piñata, el alcohol y las sonrisas, bailar hasta el amanecer y despertar rodeada de recuerdos, bromas y abrazos.



Gracias a todos, por todo.

Gracias a los que pensáis en mí. Los que me soportáis. Los que os reís conmigo y de mi...

Aquellos que me guiñáis un ojo en complicidad, me sentís propia y parte del clan.

Todos los que aceptan mis defectos, mi gordura, que va y viene, mi genio tan cantero y mi falta absoluta de la concepción del protocolo...


Gracias. Muchas gracias. Todas mis gracias

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