aviso al lector

Cada una de las historias y anécdotas que encontrará en este blog son producto de una mente perversa y sobre-dopada. Los lugares, como los nombres o las expresiones son ficticios y ningún parecido con la realidad debe ser tomado en cuenta.

Si, bajo su propia responsabilidad y criterio, decide creerlas, ... ¡eso que se lleva!

jueves, 22 de abril de 2010

Llamada perdida


Resaca humillante e inhumana. ¡Bendigo las fiestas mayores!

Pese a que el trabajo que me esclaviza no me deja lugar para excesivo esparcimiento, los últimos dos días han sido muy divertidos. El reencuentro con amigos, los careos, las sevillanas bailadas a medias, ¡uy! ¡Mira aquel que porte!, ¡Anda! ¡Pues no te pierdas aquel otro!...

La recomiendo a todo el mundo, la Feria de Abril, el mejor de los remedios para la apatía. La hospitalidad de la gente, el color, la música, tanta belleza reunida...

A una gran amiga se le ocurrió la idea de ataviarme para la ocasión y, de repente y sin previo aviso, me vi entre volantes y mantoncillos. ¿El efecto causado? Más que una flamenca de pro, parecía una guiri perdida, en busca del guía turístico... pero lo cierto es que de aquella guisa, me quedaba el taconeo mucho más efectivo.

Aún me duelen los pies, creo tener rozaduras en varios puntos de mi cuerpo... y, sinceramente, no todas producidas por los zapatos... sigo sufriendo pequeñas y eventuales náuseas y he jurado no volver a pisar el real el resto de la seman. Pero conforme se despeja una, en la oficina, porque no queda más remedio, y con la ayuda del rumor de la lluvia de fondo, recuerdo algunas cosas con mucho cariño, otras... las he olvidado.

Mis días, en general, pueden ser muy variados, pero es que en las últimas 48 horas, he notado que además son vertiginosos... ¡Nada como la soltería para unas jornadas festivas! Pero eso hay que desgranarlo en otros capítulos.

El caso es que en esta ciudad siempre hay un motivo para brindar y ese brindis siempre puede venir acompañado de un guiño, una carantoña y un baile arrimao. El problema surge cuando varios brindis se suceden y ellos piensan que todo es posible en la viña del Señor. Por suerte, mi teléfono cuenta con un dispositivo especial, las llamadas entrantes a partir de las 12, son clasificadas X, el politono pierde intensidad y mi cerebrito no las asume.

Es lo que tienen las fiestas. Los ex y sus urgentes melancolías, esa necesidad imperiosa de contarte un secreto que jamás te expresó, aquellos recuerdos que le devuelven tiempos mejores y tiene que compartir contigo... o simplemente, son las 6 de la mañana y no hay en 3 metros a la redonda nada mejor.

¡De ahí los consejos COSMOPOLITAN! ¡Basta de pensar que las revistas femeninas no son fieles a la realidad, que se basan en superficialidades! A más de uno le pasaba yo el reportaje especial “Despide el año con dignidad”. Porque aparte de combinar con decencia 2 horas de peluquería con gorrito de cotillón, además de lo importante que es no beber en demasía para poder visionar las fotografías del evento al día siguiente sin llorar; una enseñanza básica que aprendí y subrayo es: “Sal de casa con teléfono móvil, nunca sabes cuándo lo necesitarás. Pero déjalo apagado en tu bolso, hermosa, te ahorrarás llamadas sin sentido a ex novios y rollos insuficientes. Te lo decimos por tu bien.” A esta gran realidad, añado la siempre presente posibilidad de ser tú quien tenga que sufrir esa patética llamada, y lo que es mucho peor, evitas el riesgo de aceptar tratos y creer sandeces.

En concreto, el indecoroso reclamo del lunes venía de parte de un personaje secundario y, sin embargo, frecuente en mi agenda. Una aventura prehistórica que se ha empeñado en mantenerse actual, si bien sus métodos y coletillas resultan totalmente anacrónicos.

Acepto que, en su momento, caí en las redes del exotismo, me deje llevar por el mito, la fantasía de lo que podría ser aquel ser entre mis manos... Es negro y la leyenda popular ha causado estragos en mi imaginario. No obstante, ¡los negros deberían ser negros a tiempo completo! El sex appeal de los primeros momentos desapareció cuando el negro resultó ser pedante y estirado cual señorito medio y repetitivo y vago como... como... ¡¡¡como una morcilla cruda!!! Inerte, insípido, indoloro... Sí, he dicho indoloro... Aquello no era para tanto.

A la desilusionante sensación del principio, siguió la pereza de aguantar su convicción en que era lo mejor que me había pasado. ¡Más aún! Él era lo mejor que le había pasado a este país.

En fin, es un problema inherente del género masculino, deberían revisarlo, pero no, no lo hacen, y el resto de seres vivos los padecemos sin remedio.

Las pretensiones de este señor se acentuaron con el paso del tiempo. Apuesto a que mi postura huidiza y mi negativa absoluta al reencuentro tuvieron algo que ver. La situación empeoró cuando, por asunto del destino y la propia suerte, una
sobresaltada noche de verano me ligué a un moreno de impresión, casado, pudiente y apasionado, que resultó ser el jefe de aquel primero, ante lo que los dos metros de chocolate puro, no supieron más que intensificar su asalto, aliñado con ataques de celos sin propósito, explicación o sentido común.

Peco de asertiva, en el fondo, quizás le he cogido cariño...

No es el primero que se vale de estas tristes estrategias y la culpa es sólo nuestra. La primera vez que lo hicieron, aceptamos inocentes. Obviamos la verdad más clara: ningún hombre al que le importes alterará tu sueño sin previo aviso. ¡Ningún hombre al que le importes querrá que le veas borracho y maloliente clamando calor!

Ningún hombre al que le importes te mentiría de manera tan zafia, porque la mentira también huele... apesta a rancio, a gastado y no lavado, a demodé.

En fin, calma, de todo se aprende. En cada una de estas anécdotas, mejor extraer los detalles positivos, comentarlos con las amigas, reír a costa de los malhumorados, los caprichosos, los fantasmas de media noche, en definitiva, los “sin recursos”.

Apagad el teléfono, flores del campo, y ¡degustad el rebujito a mi salud!

3 comentarios:

  1. Si esque no saben...no saben cuando las cosas ya no van... se creen que todo esto es como una televisión algo rebelde que con dos toque en la parte trasera se soluciona...

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  2. parece que si, que se piensan que todo el monte es orégano y que estás tras el teléfono esperando su llamada...que petardos!!! a mas de uno le sacaba la mato por su teléfono y les daba en la cara, en sus caras, no en la del mio...que el pobrecito no tiene culpa de estar enamorado y comportarse...pero si que es verdad que no todos son iguales...los hay bastante peores, jajaja!!! aun asi, yo de vez en cuando recibo privados en tuenti...que ya les vale...yo digo una cosa, que les hace pensar que estaras hay para contestarles con una gran sonrisa y decirles nos vemos cuando quieras...pues no, ya paso tu tren, y ya estoy en otro viaje chato...pero son osados, y de vez en cuando se envalentonan...sin pensar en un segundo el chasco que se pueden llevar...aun asi, creo que si, que el movil hay que llevarlo siempre, y cuando no interese cogerlo, siempre puedes tener la escusa de que es que lo estabas pasando muy bien, y no habia ser en la tierra que pudiese molestarte en aquel segundo...Olé por tu blog!!

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  3. te puedes creer que he recibido un sms de alguien también por consecuencia post-feria... flipando

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